En un viaje hacia tierras gallegas no puedes dejar de visitar en la provincia de Pontevedra un pueblo que se llama La Guardia, situado junto a la desembocadura del río Miño. Te encantará pasear por el puerto y disfrutar del colorido de sus casas, barcas y playas.
El principal atractivo de esta villa reside en la subida al Monte de Santa Tecla, donde se encuentra un poblado celta que fue excavado en 1914 y declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931. Las viviendas se agrupan en barrios de ocho casas y una fortificación alrededor de todo el conjunto predominando las construcciones circulares.Nos encontramos ante un yacimiento de incalculable valor cuya extensión de Norte a Sur es de 700 metros y su extensión de este a oeste es de 300 metros. Para completar la visita no dejes de ver el museo donde se encuentran almacenadas piezas de gran valor.
Dejando atrás el castro celta y subiendo a lo alto del monte, a través del via crucis llegarás a una ermita preciosa del siglo XII, de estilo románico, a cuyas espaldas hay una imponente Cruz de piedra. Si el día está despejado las vistas desde aquí son preciosas: la desembocadura del río Miño, y Portugal a la otra orilla. Cuando yo fuí (recuerdo que era un mes de julio) la bruma y la niebla no me dejaba ver dos palmos más allá y la verdad es que era espectacular el aire misterioso que envolvía todo el entorno. Lo recomiendo a todos los viajeros.