Aguas cristalinas y arena fina y dorada, a veces incluso blanca y de gran suavidad. Así son las playas que unen las Baleares con el Mediterráneo. Y ahí van nuestras propuestas para perderse unos días junto al mar en las mejores arenales y calas de Mallorca. ¿Nos acompañas?
Cala Deià
En la Sierra de Tramontana y a tan sólo dos kilómetros de distancia de Deià, un pueblo de piedra maravilloso suspendido en la ladera, se encuentra Cala Deià, uno de los rincones más íntimos y mágicos de Mallorca. No es de extrañar que el escritor Robert Graves cayera rendido ante esta cala y disfrutara de sus aguas a diario. Aquí se viene a pasar el día, a contemplar los lujosos veleros y a caminar por la costa, entre pinos, acantilados y aguas cristalinas. Si eres de los que te gusta el senderismo, disfrutarás de lo lindo con el camino que comunica la cala Deià con Llucal Cari, una pequeña aldea con una agradable cala. Después, un paseo por la coqueta villa de Deiá, refugio de muchos intelectuales y artistas.
Formentor
A diez kilómetros escasos del Puerto de Pollença, un agradable enclave pesquero que ha servido de refugio a veraneantes y artistas, nos encontramos el cabo de Formentor. Se trata de uno de los símbolos naturales de la isla, donde encontrarás un rincón que te mostrará la Mallorca más virgen, ideal para rendirse al culto del sol, pero también la Mallorca más animada, con arenales más concurridos, como la famosa playa de Formentor. También puedes optar por un buen libro y disfrutar de la tranquilidad y el sonido del mar de la cristalina cala Murta o la solitaria cala Figuera.
Cala Varques
Muy cerca de Les Coves del Drac, en el término municipal de Manacor, encontramos una de las calas más bonitas y vírgenes de Mallorca. Cala Varques, que se encuentra en un Área Natural de Especial Interés, te enamorará por sus aguas cristalinas, por su entorno rodeado de pinares y por sus cuevas y cavidades donde poder practicar deportes como el buceo. Si quieres descubrir este litoral virgen de senderos poco transitados y calas idílicas hazte con un mapa de senderismo en Porto Cristo y no dudes en ir caminando hasta cala Magraner. Los amantes de la escalada disfrutarán en esta cala que se encuentra encajada entre paredes verticales de acantilados. Y como colofón, una visita a las famosas Coves del Drac donde, a lo largo casi dos kilómetros de recorrido, nos adentraremos en un mundo mágico de galerías, salas y pozos, hoy convertidos en parte de un cómodo itinerario. El concierto de música clásica en Martel, uno de los lagos subterráneos más largos del mundo, es una experiencia única que no te puedes perder.
Cala En Basset
Situada en Sant Elm ( Andratx), en el arranque de la Sierra de Tramontana, nos encontramos esta cala virgen de aguas turquesas, respaldada por acantilados, donde darse un baño de arcilla es toda una delicia. Desde aquí, una visita obligada es Isla Dragonera, islote declarado Parque Natural en 1985 y refugio para varias especies de aves y reptiles. Otra excursión preciosa consiste en subir hasta las ruinas del antiguo monasterio de La Trapa, del siglo XVIII, desde donde disfrutarás de una puesta de sol maravillosa. Y para no perderse, el puerto de Andratx, uno de los más bonitos de la isla, el mirador de Las Ánimas y Banyalbufar, un precioso pueblo de la Sierra de Tramontana.
Cala Clara
Cala Clara se encuentra a siete kilómetros de Pollença y forma parte del conjunto de cuatro playas conocido bajo el nombre de Cala Sant Vicenç. Sus aguas cristalinas y arenas blancas deslumbraron a pintores como Santiago Rossinyol o Joaquín Sorolla, que no dudaron en inmortalizar este bello rincón en sus cuadros. Los alrededores, salpicados de alojamientos con encanto, resultan la opción perfecta para disfrutar del maravilloso paisaje de la zona así como de pueblos con encanto como Pollensa o Alcudia. Así que si buscas un hotel todo incluido en Mallorca, Cala Sant Vicenç y alrededores, es un lugar a tener en cuenta.
Hasta aquí nuestras propuestas de playas y calas de Mallorca ¿Con cuál te quedas?