Te proponemos un apasionante viaje para vivir la Semana Santa más Internacional de Castilla y León. ¿Sabías que es el destino con mayor número de Semanas Santas con declaración Turística Internacional? Nada más y nada menos que 8 de las 23 que hay en toda España. La excusa perfecta para conocer, además, las murallas de Ávila; la belleza medieval de León; las joyas románicas de Palencia; la Universidad de Salamanca; los castillos y fortalezas de Valladolid; el románico de Zamora…Estamos seguros de que la visita a la Semana Santa de Castilla y León te dejará un recuerdo inolvidable.
La Semana Santa de Castilla y León
Ávila
La Semana Santa de Ávila alberga una de las procesiones más importantes de Castilla y León, que se celebra el Miércoles Santo, la del Cristo de las Batallas. Antes, el Martes Santo, tiene lugar otros de los actos más destacados de esta celebración: la procesión del Miserere, que comienza a las doce de la noche y tiene como protagonistas a Santa María Magdalena. Te sorprenderá el Vía Crucis de Penitencia del Viernes Santo, que sigue la línea de la muralla.
Ávila puede presumir de tener una de las murallas medievales mejor conservadas del mundo. Pero, además, Ávila es Santa Teresa de Jesús, que todavía recorre sus calles. También es sus iglesias, que, junto a la muralla, su Catedral y sus palacios, la han convertido en Patrimonio de la Humanidad desde 1985.
León
A lo largo de diez días un total de dieciséis cofradías y hermandades penitenciales organizan una treintena de procesiones, Vía Crucis, rondas lírico-pasionales, conciertos, pregones…Desde la emocionante salida en la tarde del Viernes de Dolores de la Virgen del Camino hasta la suelta de palomas en la mañana del Domingo de Resurrección, son muchos los momentos que despiertan una gran expectación.
Reyes no le faltan a esta ciudad que cuenta con uno de los panteones reales más grandes e importantes de España. Fue capital del Reino de Asturias y León, de España y en cierto modo de Europa (Alfonso IX convocó en esta ciudad las primeras Cortes Europeas en 1188). En León hay tres monumentos de inexcusable visita: la Real Basílica de San Isidoro, la Catedral y el Hostal de San Marcos, cima del plateresco.
Medina del Campo
Durante la Semana Santa de Medina del Campo se celebran, desde el siglo XV, las procesiones más antiguas de España. De hecho fue la primera villa en la que se representó la Pasión de Cristo por sus calles. Desde la procesión de la Virgen de las Angustias el Viernes de Dolores hasta la procesión del Cristo Resucitado, son muchas las procesiones y los actos, todos ellos muy emotivos, que se suceden en la localidad.
Aquí, en el Palacio Testamentario, falleció Isabel la Católica tras otorgar testamento, un 26 de noviembre de 1504. Sin duda la fama de la ciudad se debe en buena medida a la figura de la mítica reina. Su monumento más sobresaliente es el Castillo de la Mota. En Medina hay que visitar también la Colegiata de San Antolín, el Palacio de las Dueñas y las Iglesias de San Miguel y Santiago.
Zamora
El silencio y el recogimiento de las procesiones nocturnas contrasta con la música y la luminosidad de las procesiones diurnas. Personajes como «El Barandales» y «El Merlú» junto a procesiones como la del Silencio o la del Yacente, sorprenden y emocionan al visitante que llega por primera vez a vivir la Semana Santa en Zamora.
De Zamora te enamorará el cimborrio de su catedral y la Puerta de Olivares, uno de los restos de las tres murallas que la ciudad lució en la Edad Media y que hicieron que fuese llamada La Bien Cercada en el romancero. Zamora es, también, la Ciudad del Románico: ninguna otra capital europea tiene tantas construcciones románicas en su casco urbano, una veintena.
Palencia
Palencia mantiene activas cuatro de las cofradías penitenciales más antiguas que se crearon en la Vieja Castilla a partir del Concilio de Trento. Sus procesiones la protagonizan imágenes y tallas con siglos de historia. Te sorprenderá el sonido del «tararú», que identifica las paradas y reanudación del desfile a través del toque de trompeta y el coro de niños. Y «La llamada de los Hermanos», que convoca a los cofrades con toques de corneta y golpeando las puertas con varas durante las noches de la Semana de Pasión.
Palencia, la bella desconocida, es su Catedral, pero también su Cristo del Otero, el segundo más grande del mundo, después del de Río de Janeiro, y su Torre de San Miguel, otra de las imágenes características de la localidad. Y todavía más: su canal de Castilla y sus múltiples jardines, que la convierten en la segunda capital de provincia de España con más zonas verdes.
Medina de Rioseco
La belleza de sus tallas, realizadas por los imagineros más relevantes de los siglos XVI y XVII, es la gran protagonista de la Semana Santa de Medina de Rioseco. Te impresionará la salida de los llamados «Pasos Grandes», conocidos popularmente como «El Longinos» y «La Escalera», correspondientes a los pasos de «La Crucifixión» y «El Descendimiento».
Medina de Rioseco, la Ciudad de los Almirantes, alcanzó su mayor esplendor a mediados del siglo XVI, época de la que queda un impresionante conjunto histórico-artístico. Conserva dos puertas de la antigua muralla: la de Ajujar y la de Zamora y un puñado de iglesias que merecen la pena visitar, como Santa María de Mediavilla, la del convento de San Francisco y la capilla de los Benavente.
Salamanca
Devoción, arte y mucho colorido envuelven las calles del centro histórico de Salamanca en Semana Santa. Una Ciudad Patrimonio de la Humanidad que puede presumir de tener una de las costumbres más arraigadas de la historia española: la celebración de Los Oficios en la capilla de la vieja Universidad, junto a las cenizas de Fray Luis de León. Un acto litúrgico que tiene lugar el Jueves Santo y está considerado como claustro extraordinario. Otros de los actos que más expectación despierta es el Descendimiento de Cristo y la reproducción de la Sábana Santa de Turin.
La Ciudad de las letras y la sabiduría merece la pena recorrerla sin prisas para disfrutar de su Universidad (una de las más antiguas de Europa), de su Plaza Mayor(una de las más bellas del mundo), de su casa de las Conchas y del resto de sus joyas monumentales románicas, góticas, platerescas y barrocas, que le han convertido en Patrimonio de la Humanidad desde 1988.
Valladolid
Sus procesiones, en las que destacan valiosas tallas realizadas por importantes escultores del barroco español, son las grandes protagonistas de la Semana Santa de Valladolid. Dos son los momentos más emotivos de esta celebración: la mañana del Viernes Santo, que es cuando tiene lugar en la Plaza Mayor el Sermón de las Siete Palabras a cargo de cofrades a caballo, y cuando la Virgen de las Angustias entra en su templo y se entona la Salve Popular que rubrican todas las bandas de música interpretando el himno nacional.
Pero Valladolid es mucho más…En el siglo XVI, bajo el reinado de Carlos I, fue la capital de España, alcanzado un esplendor del que dan fe su catedral y muchos de sus palacios. Los Reyes Católicos se casaron en esta ciudad y por sus calles caminaron personajes históricos de la talla de Colón, Cervantes, Rubens o Zorrilla. Y sus vinos…¿qué os puedo decir de sus vinos?