Hoteles con encanto

Hotel Arbaso. El lugar perfecto para unas vacaciones de ensueño en San Sebastián

Inmensos acantilados, evocadores sabores, preciosas playas (para pasear en invierno y bañarse y tomar el sol en verano) que pasan de la calma a la furia, rincones salvajes que enamoran… San Sebastián es un territorio absolutamente singular que hay que disfrutar con los cinco sentidos. La preciosa ciudad cuenta con una magia que se multiplica en cada plan para descubrirla, saborearla y sentirla: rutas gastronómicas con aroma marinero, festivales de cine, paseos llenos de historia, etc.

San Sebastián

Si hacemos un pequeño recorrido por sus playas es inevitable destacar la espectacular Playa de la Concha, la imagen por excelencia de la ciudad. En ella se encuentra el balneario de la Perla y la antigua Casa Real de Baños, que junto al Palacio Miramar y su famosa barandilla, dan vida a una playa elegante y única. Pero hay más: la acogedora playa de Ondarreta, que es más pequeña y está situada entre el Palacio Miramar y el Monte Igeldo. Situado al final de esta playa, en el extremo oeste de San Sebastián, el Peine del Viento es una de las obras más conocidas del genial escultor Eduardo Chillida. Sin duda, es uno de los espacios más mágicos de San Sebastián. En la playa de Zurriola, salvaje y abierta al mar, el Cantábrico despliega toda su fuerza y facilita la práctica de surf.

playa de la concha San Sebastian
Peine del viento San Sebastián

Mención aparte para sus impresionantes puentes. Hay tres puentes sobre el río Urumea que encierran gran parte de la historia decimonónica y del siglo XX de San Sebastián. El más antiguo es el Santa Catalina, de estilo neoclásico, levantado en 1872. El María Cristina es el puente más bonito de la ciudad. Construido en 1905 fue en su momento todo un símbolo de modernidad. El Zurriola, más conocido como el puente del Kursaal fue levantado en 1921. Es el más próximo a la desembocadura del río.

En cada rincón de la parte vieja de San Sebastián se respira arte de siglos muy dispares. El edificio más antiguo de la ciudad es la Iglesia de San Vicente. La fachada de la Iglesia de Santa María, que se encuentra al final de la calle Mayor, es de visita obligada. Más adelante sale a nuestro encuentro la Plaza de la Trinidad, uno de los lugares más populares y concurridos de la ciudad. El Museo de San Telmo, que  ocupa un monasterio del siglo XVI y se encuentra al pie del monte Urgull, la Plaza de la Constitución o el Mercado de la Brecha, bien merecen una parada si visitamos San Sebastián. Y a su enorme interés cultural se suma una extraordinaria tradición gastronómica, basada en la variedad y riqueza de la materia prima de la zona, y con marcadísimo acento marinero.

San Sebastián sabe a sal y también a río dulce, suena a mar salvaje, huele a monte y océano y deja ver siglos de historia a cada paso. Sin duda, merece la pena disfrutarla con los cinco sentidos.

Alojarse en San Sebastián. Hotel Arbaso

Y para disfrutar plenamente de esta ciudad, nada mejor que alojarse en un sitio mágico donde poder desconectar y disfrutar de las maravillas que nos ofrece este enclave privilegiado. Ubicado a escasos metros de la imponente catedral del Buen Pastor se encuentra el Hotel Arbaso.

Hotel Arbaso San Sebastián

Este magnífico establecimiento, cuyo nombre se traduce como antepasado y acogedor, emana savoir faire por sus cuatro costados. Un lugar perfecto para vivir el arte y las tradiciones ancestrales vascas en estado puro. En el interior de este impresionante establecimiento dominan los colores oscuros con un claro contraste con sus suelos de roble y materiales nobles.

Habitaciones

Decorado con sencillez y buen gusto, los turistas y visitantes pueden disfrutar del encanto y elegancia de sus habitaciones y suites. El hotel cuenta con medio centenar de habitaciones amplias y luminosas con mobiliario diseñado por Norman Foster y Moneo.

Hotel Arbaso San Sebastián

En sus plantas, inspiradas en los 4 elementos, se pueden encontrar desde acogedores duplex con chimenea, hasta espaciosas suites con techos amplios y maravillosas panorámicas a la Catedral del Buen Pastor. Cabeceros de cuero, cortinas de lino y sábanas del mejor material predominan en un lugar con diseño de corte mínimal.

Restaurante Narru.

Punto de encuentro natural para los donostiarras, Narru es el lugar ideal para el desayuno de la mañana, las comidas informales, esa copa después de la cena, así como para picar algo o reunirse entorno a una mesa para cenar distendidamente. Su idiosincrasia está marcada por la filosofía de sostenibilidad que impera en el hotel y una apuesta clara por productos de calidad y proveedores de la zona.

Este templo de la gastronomía está dirigido por un chef con talento innato para la cocina de autor. Narru está liderado por Iñigo Peña que con su buen hacer, ayuda a los comensales a descubrir toda la variedad y riqueza de la cocina vasca, a través de una cocina de autor que rinde culto al producto local. Una reinterpretación de la gastronomía donostiarra y sus platos tradicionales en estado puro que hacen de este templo gastronómico un imperdible

23 experiencias

Si te alojas en Arbaso no debes perderte alguna de sus 23 actividades únicas y exclusivas que ofrecen. Disfrutarás adentrándote en las aguas del mar Cantábrico con el campeón del mundo de surf, visitar el museo Chillida de la mano de su nieto, pescar bonitos o simplemente conocer de primera mano como es la vida en un caserío.

Más información en su web https://hotelarbaso.com/

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