Motivos para trasladarse a Mallorca para vivir no faltan. En este auténtico paraíso mediterráneo se ofrecen razones que el corazón y la mente entienden perfectamente. Ya sea por su fabuloso clima, la amabilidad de sus gentes, sus paisajes y el entorno natural, la diversidad cultural, su excelente patrimonio, la conexión aérea y marítima con el resto de Europa, su historia, el ambiente artístico, las muchas actividades de ocio y un mercado inmobiliario con una gran diversidad en ofertas, la realidad es que no son pocos los que llegan de turistas y acaban convirtiéndose en mallorquines.
En relación a los inmuebles en Mallorca disponibles, se presentan a lo largo y ancho de toda la isla, con espacios de auténtico lujo, como las fincas y villas en Puerto Andratx, con todo lo necesario para vivir en un rincón de ensueño. No obstante, hay más, elegir el lugar ideal es cuestión de gustos, Mallorca tiene la capacidad de cubrirlos todos.
Vivir en la capital
Palma de Mallorca está perfectamente ubicada como centro neurálgico de conexiones europeas, por lo que es un excelente lugar para hombres de negocios y empresarios. Aunque, también, es referente para la juventud más cosmopolita y vibrante.
En cualquier caso, su situación frente al mar no deja indiferente a nadie, enamorando a cada visitante. Imposible pasear por su casco antiguo, el bohemio barrio de Santa Catalina, el acogedor y tranquilo Calatraba, o el antiguo puerto pesquero de la zona de Portixol, sin visitar alguno de los inmuebles disponibles. También en la capital hay espacio para el lujo, como son las viviendas de Son Vida y sus espectaculares vistas, cerca de Puerto Portals.
Recientemente el mismísimo Sunday Times describió Palma de Mallorca como el mejor lugar para vivir del mundo y, como ya se ha comentado, razones no le faltan.
Sóller
Si se busca algo más tranquilo y alejado de la capital, Sóller está esperando. Considerado como uno de los pueblos más agradables y bonitos de Mallorca, con las montañas protegiendo a una arquitectura modernista, se presenta ante los visitantes como un centro cultural afrancesado, con una hermosa playa, puerto y el valle fértil del mismo nombre. En definitiva, el lugar ideal para una vida tranquila envuelto en la fragancia de una comunidad acogedora y amigable.
Pollença
Ubicada al norte de esta isla y colonizada por británicos se exhibe como un espacio muy turístico para aquellos que gustan de la vida cosmopolita. Sin embargo, no muy lejos de aquí, en la península de Formentor, aparecen inmuebles de una gran exclusividad que permiten un mayor aislamiento e intimidad, sin alejarse del centro de esta localidad y de sus comercios y bares. Por otro lado, no hay que olvidar que Pollença se encuentra rodeada de un espacio natural virgen, lo que hace aún más valioso y saludable el poder vivir aquí.
Santanyí
Al suroeste de Mallorca encontramos una localidad con mayor personalidad autóctona, llena de vida y con un especial atractivo rústico. Rodeado por tierras de cultivo, Santanyí es uno de los pueblos más grandes de todo el sur, su ambiente artesano y bohemio encandila a los turistas y engancha a cualquiera que quiera paz y tranquilidad. Además, posee 35 kilómetros de playas, parques naturales y un comercio artesanal muy importante.
Otras poblaciones que enamoran e invitan a vivir son la mencionada Andratx, Artà, Capdepera y Manacor.
