¿Por qué visitar Toro en 2016? Porque la exposición Las Edades del Hombre aterriza a finales de abril en esta localidad zamorana. Durante más de seis meses, Toro se convertirá en el centro cultural más destacado a nivel nacional e internacional, ya que acogerá una de las muestras más importantes de arte sacro de nuestro país. Bajo el lema AQVA, esta exposición, que estará dividida en seis capítulos, contará con joyas del arte sacro traídas de diferentes diócesis, que representan la riqueza religiosa incalculable de Castilla y León y que serán expuestas en dos sedes de Toro: la Colegiata de Santa María la Mayor y la iglesia del Santo Sepulcro. Buen momento para descubrir sus joyas monumentales y sus buenos caldos.
Toro no puede verse desde la barrera; hay que pasear por sus calles. Y tiene mucho para ver. Y es que, esta localidad, de marcado sabor medieval, enclavada sobre una atalaya, dominando el Duero, es Conjunto Monumental Histórico Artístico. Sus calles y sus casas medievales te van a llevar directo a La Colegiata, uno de los monumentos medievales más importantes de España, desde donde se divisa toda la vega con su puente románico cruzando el Duero.
Construída entre los siglos XII y XIII, esta Colegiata junto a las catedrales de León y Salamanca, forman el conjunto denominado “Románico del Duero”. Las grandes joyas de este templo son, sin duda, el pórtico de la Majestad y el cimborrio, con cúpula sobre pechinas de influencia bizantina. En su interior, dos vírgenes famosas: la de la Mosca y otra embarazada, de la que existen pocos ejemplos en la Península.
Pero Toro es mucho más: sus iglesias románicas de influencia mudéjar, como las de San Salvador, la Ermita del Cristo de las Batallas o el Santo Sepulcro; sus monasterios, como el Sancti Spiritus, Santa Clara o Santa Sofía; sus palacios, como el de los Marqueses de Alcañices; su Alcázar y, por su puesto, sus nobles caserones con escudos heráldicos.
Después de tanto arte, lo mejor es disfrutar de un suculento pincho con un vino de Toro. Bajo las columnas de la Plaza de España y en González Oliveros se sitúan gran cantidad de bares que a la hora del aperitivo se ponen hasta la bandera. Imprescindible una visita al moderno Museo del Vino de las bodegas Pagos del Rey.