Burgos rebosa paisajes, monumentos, historia y gentes. Una provincia asombrosa que, entre otras cosas, esconde los fósiles humanos más antiguos de Europa, uno de los claustros románicos más importantes del mundo, una de las mayores cuevas del planeta, uno de los mejores panteones reales de España, uno de los yacimientos de huellas de dinosaurios y de árboles fósiles más notable del viejo continente y muchos tesoros más… Sobran propuestas para una escapada a Burgos. ¿Nos acompañas?
Burgos. Un encuentro con el Cid y una de las Catedrales más bellas del mundo
En la ciudad de Burgos te espera su espléndida Catedral gótica, una de las más bellas del mundo, y las huellas del Cid, del que queda mucho más que su sepulcro, curiosamente emplazado en la Catedral, por ello tu visita no puede comenzar en otro lugar. Tómate tu tiempo para contemplar esta joya monumental que Felipe II calificó de “obra de los ángeles”. Caerás rendido ante su rosetón en forma de estrella de seis puntas, sus ocho enigmáticas estatuas de reyes de Castilla, las finas agujas caladas de 84 metros de altura y el popular “papamoscas”. Y en el interior, las tumbas del Cid y Doña Jimena y la monumental escalera dorada de Siloé, que encierra una leyenda. Se cuenta que la última persona que descendió por sus peldaños fue Napoleón.
Pero Burgos es mucho más…Es el Arco de Santa María, que vió partir al Cid camino del destierro; es la iglesia de Santa Águeda donde Rodrigo se complicó la vida tomando juramente ante el rey Alfonso VI de no haber participado en la muerte de su hermano Sancho II; es las Huelgas Reales, que mandó construirlo Alfonso VIII y está enterrado en él; es la Cartuja de Miraflores, un panteón real situado a tres kilómetros de la ciudad. Y es la morcilla, el lechazo y el Ribera del Duero, claro.
Un viaje a nuestros orígenes
Nuestra aventura comienza en el Museo de la Evolución Humana, ubicado en la ciudad de Burgos, donde los más curiosos podrán entender de dónde venimos y cómo vivían nuestros antepasados. Desde este espacio cultural podremos contratar una visita guiada a los yacimientos de Atapuerca, a 15 kilómetros de Burgos, donde se han hallado los fósiles humanos más antiguos de Europa, de más de 780.000 años de antigüedad. Estos yacimientos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. Aquí podremos visitar la Gran Dolina, lugar donde apareció una pelvis completa de un esqueleto masculino que fue bautizada como Elvis. Otra de las estrellas de los yacimientos es el cráneo bautizado como el Miguelón (por Miguel Induráin) o el bifaz o hacha que los paleontólogs bautizaron como Excalibur. Todas estas curiosidades podremos verlas de vuelta en el Museo de la Evolución Humana.
Las Merindades. Un paseo entre cuevas
y cascadas espectaculares
La comarca de las Merindades te sorprenderá con su inagotable sucesión de montañas, valles, bosques, ríos, cascadas, cuevas y desfiladeros, que esconden uno de los diez mayores conjuntos de cuevas del mundo. En el fondo de este gran valle se localiza el complejo Kárstico de Ojo Guareña, un impresionante conjunto de simas, galerías, ríos y lagos subterráneos, que está declarado Monumento Natural. Se trata de uno de los pocos lugares en el mundo en donde todavía es posible seguir con claridad todas las etapas clave de la evolución de la religiosidad del hombre occidental. Te encantará la Sala de las Huellas, la Cueva de San Bernabé, la Cueva Palomera y la ermita.
Seguimos en la zona norte, en la comarca de las Merindades, para disfrutar de uno de los saltos más espectaculares de la zona. Se trata de la cascada de Pedrosa de Tobalina, considerada una de las siete maravillas de la provincia de Burgos, provocada por el río Jerea, afluente del Ebro, y ubicada entre los municipios de Pedrosa de Tobalina y La Orden. Sus cerca de 100 metros de longitud y 12 metros de altura esconden varios rincones mágicos que encandilan a los cientos de viajeros que lo visitan durante todo el año.
Tierras del Arlanza. Leyendas, cantos gregorianos y monumentos naturales
Sumergirse en la comarca del Arlanza, tierras del Conde Fernán González, en las que la historia y la leyenda van de la mano, es una auténtica delicia. Comienza la visita por la preciosa localidad medieval de Covarrubias, situada en medio de un maravilloso paisaje de viñedos y huertos. Allí te espera un espectacular patrimonio monumental como La Torre de Doña Urraca donde, cuenta la leyenda, que la infanta fue emparedada por su propio padre, Fernán González. No te pierdas la Colegiata de San Cosme y Damián que acoge, además de los sepulcros de Fernán González y su mujer, Doña Sancha, los panteones de numerosas familias ilustres de la villa. Apunta en el calendario el segundo fin de semana de julio, que es cuando tiene lugar la celebración de la Fiesta Medieval y de la Cereza. La villa se transforma en una auténtica villa medieval donde abundan los puestos de cerezas, pero también de embutidos, quesos y postres de la zona. Se trata de una oportunidad para degustar la gastronomía de la zona mientras asistes a luchas de gladiadores o representaciones teatrales entre otros actos.
Muy cerca, en Santo Domingo de Silos, te espera su espectacular monasterio benedictino, en cuya iglesia puedes tener el privilegio de escuchar a los monjes interpretar bellísimos cantos gregorianos, con los que consiguieron convertirse en sorprendentes líderes de ventas de discos en la Navidad de hace unos veinte años. No te pierdas el claustro, una joya del románico universal; el museo medieval, que guarda el cáliz mozárabe de Santo Domingo; y la botica y la rebotica antiguas, que reúnen una buena colección de tarros de Talavera.
A dos kilómetros de Santo Domingo de Silos se encuentra el Parque Natural del Desfiladero de La Yecla, que aloja los mayores y mejor conservados bosques de sabinas del mundo, así como una importante colonia de aves rapaces. Una serie de puentes y pasarelas colgantes permiten recorrer a pie esta maravilla natural.
Sierra de la Demanda. Aventura, dinosaurios y necrópolis
En la Sierra de la Demanda te espera un paraíso natural donde las cumbres casi siempre nevadas, las lagunas de origen glaciar y los frondosos y extensos bosques son los protagonistas. Los ávidos de emociones fuertes pueden realizar el ascenso al Pico Mencilla, en plena Sierra de la Demanda. Todos los años, el domingo antes de Navidad, aventureros y senderistas procedentes de diversos puntos de España se congregan en la iglesia románica de Pineda de la Sierra para bendecir su Belén antes de poner rumbo al Pico Mencilla, situado a 1.932 metros de altura, como forma de dar la bienvenida a la Navidad.
Pero la Sierra esconde más joyas: algunos de los yacimientos de árboles fósiles más importantes de Europa como las que podemos encontrar en los alrededores de Castrillo de la Reina; la mayor concentración de necrópolis y eremitorios altomedievales de Europa como los que esconde Palacios de la Sierra y Quintanar de la Sierra. Y las gigantescas huellas fósiles de varios dinosaurios del Jurásico, con más de 160 millones años de antigüedad, que atesora Regumiel de la Sierra.
La Bureva. Entre panteones reales, las huellas de Félix y la ciudad más pequeña de España
Adentrarte en la comarca de La Bureba supone sumergirte en un destino apasionante donde te espera mucha historia, naturaleza y pueblos con un embrujo especial. En Poza de la Sal, llamada así por sus salinas, existentes ya en la época romana y principal fuente de riqueza del pueblo en la Edad Media, te espera una villa de fuerte sabor medieval. Acércate al Espacio Medioambiental dedicado a la infancia del genial naturalista y explorador Félix Rodríguez de la Fuente, y desde aquí realiza el itinerario “Tras las huellas de Félix”, una opción ideal para callejear y descubrir, desde la mirada de un joven Félix, las callejuelas de esta villa salinera.
Desde aquí la siguiente parada es Oña y su monasterio benedictino de San Salvador donde, además de acoger “Monacatus”, la XVII edición de la exposición de Las Edades del Hombre, duermen el sueño eterno reyes, condes e infantes de Castilla, León y Navarra. Todos los meses de agosto, los vecinos del pueblo cuentan su historia en el Cronicón de Oña, un sorprendente espectáculo de luz y sonido.
Y llegamos a Frías, una de las poblaciones más bonitas de Castilla y León cuyo casco urbano está declarado Conjunto Histórico-Artístico. Con apenas 350 habitantes, la ciudad más pequeña de España (Juan II le concedió el título de ciudad en el siglo XV), es el punto de partida para visitar el Valle de Tobalina, un enclave salpicado de bonitos pueblos enmarcados en un entorno natural de gran belleza.
¿Y el lechazo y el Ribera del Duero? En Aranda, por supuesto
Nos dirigimos al sur de la provincia de Burgos, a Aranda de Duero, para dejarnos seducir por algunos de sus encantos: el gastronómico y su fuerte tradición por la cultura del vino. Una costumbre que ha sabido trasladar por todo el territorio nacional con la promoción y venta de sus caldos desde antaño. La necesidad de almacenar tanta cantidad de vino obligó a los lugareños a construir una gran red de pasadizos subterráneos que abarcaban la mayor parte de la localidad, creando así una gran tela de araña de bodegas que, gracias a sus condiciones de temperatura, conservaban el vino en perfectas condiciones durante todo el año. Hoy en día se conservan 7 kilómetros de estas despensas de vino bajo tierra, con cerca de 135 bodegas, la mayoría de uso privado, que son expuestas al público durante las fiestas populares de Aranda.
En cuanto a la gastronomía, en Aranda existe una gran tradición ganadera en la cría de corderos, con los que se elabora uno de sus platos estrella: el lechazo asado en horno de leña. Date el gustazo y reserva mesa en alguno de los asadores de la ciudad para disfrutar de este manjar. Además, en la ciudad se celebra todos los años durante el mes de junio las “Jornadas del Lechazo Asado”. Imperdonable sería que no probaras la morcilla dulce arandina, que tiene dos importantes diferencias con la de Burgos: por un lado, se elabora con especies como comino, pimienta negra y canela, y por otro, se realiza una cocción antes del embute y otra después. ¡Espectacular!
