Esta bonita localidad costera está situada en el Norte de la Costa Brava, a menos de 30 kilómetros de Francia y a 65 de Girona, al abrigo de l’Empordà, el Golfo de Roses y el Cabo de Creus. Su pasado nos habla de ciudades griegas y romanas, de fortalezas del siglo XVII pero también de pescadores. Hoy es uno de los destinos turísticos por excelencia por su esencia mediterránea que tanto nos gusta a los amantes del mar, de la naturaleza, de la buena mesa y del descanso. Si eliges para conocerla los primeros días de febrero podrás disfrutar, además de sus múltiples atractivos turísticos, de su histórico Carnaval junto al mar.
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Carnavales junto al mar
[ot-caption title=»Carnavales en Roses» url=»https://www.dondeviajamos.com/wp-content/uploads/2016/01/Roses-Carnaval.jpg»]
No olvides que en estos días Roses se mueve al ritmo de su célebre Carnaval. Una fiesta multitudinaria con más de 80 comparsas- algunas de ellas integradas por más de 150 componentes-, 70 carrozas y más de 3.500 personas desfilando a lo largo de la principal avenida de la población junto al mar. El municipio es uno de los pocos que mantiene viva la costumbre del cortejo, el entierro del rey y la posterior lectura de su testamento. Esta tradición se completa con la proclamación de los Reyes y Reinas del Carnaval 2017 y la entrega del premio `Pato de oro´en reconocimiento al fomento de las tradiciones locales. La música, los pasacalles y las coloridas vestimentas se preparan para recibir a turistas y curiosos que deseen disfrutar de unos días de asueto y buenos ritmos en este municipio al norte de la Costa Brava. Disfrazado, o no, merece la pena. Pero aún hay mucho más…
Roses. Donde el paisaje y la historia se dan la mano
[ot-caption title=»Desde el Castillo de la Trinidad» url=»https://www.dondeviajamos.com/wp-content/uploads/2016/01/Vistas-desde-el-Castillo-de-la-Trinidad.jpg»]
Con más de 3000 años de historia y un patrimonio arqueológico increíble, el paisaje y la historia quedan representados por joyas monumentales como la iglesia Santa María, la propia Ciudadela de la que se conservan los restos de ciudades griega y romana y una edificación del siglo XVII, o el Castillo de la Trinidad, una fortaleza construida durante el reinado de Carlos I. Se trata de una verdadera terraza que domina toda la bahía.
Playas, acantilados y calas idílicas
[ot-caption title=»Playas de Roses» url=»https://www.dondeviajamos.com/wp-content/uploads/2016/01/Foto1_Rosas_destino_12112015.jpg»]
Sus playas llenas de contrastes y acantilados y sus calas de arena fina y aguas poco profundas son fantásticas para el primer chapuzón de la temporada. Sin duda, son ideales para familias y especialmente recomendables para la práctica de deportes naúticos en la bahía. Si eres de los que prefieren los paisajes salvajes y entornos naturales únicos, encontrarás en la Playa El Bonifaci, Cala Calís o Cala Rustella, un auténtico paraíso.
Gastronomía de fama mundial
[ot-caption title=»Suquet de peix» url=»https://www.dondeviajamos.com/wp-content/uploads/2016/01/Suquet-de-peix.jpg»]
Su cocina, de fama internacional gracias a las manos expertas de prestigiosos cocineros como Ferran Adrià, tiene mucho que decir. Y es que una de las mejores formas de conocer un destino es a través de su gastronomía. Roses, con una arraigada tradición marinera, nos sorprende con ricos platos que forman parte de su seña de identidad, como es el Suquet de Peix. La historia de esta receta se remonta a la tradición que tenían los pescadores del municipio de cocina este sencillo plato con las piezas que no se vendían en la lonja con el objeto de alimentar a la tripulación de las barcas que salían a faenar. Con el paso de los años, se ha convertido en uno de los platos más cotizados de la Costa Brava.
DO Empordà, una ruta del vino con personalidad
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Sin duda se trata de un tesoro gastronómico que se marida con los mejores vinos DO Empordà y que sienta a la mesa a todos aquellos que decidan realizar una escapada para conocer Roses. Y es que, la localidad es poseedora de una de las rutas del vino con más personalidad, la Ruta del Vino DO Empordà, con un total de 24 bodegas y tres museos dedicados al vino y que, bajo paísajes idílicos de viñedos, transmite la esencia del Mediterráneo, una cultura gastronómica reconocida a nivel mundial y una auténtica constelación de estrellas Michelin.