El Parque Nacional del Teide, el Parque Rural de Anaga, los acantilados de los Gigantes, Icod de los Vinos y su Drago Milenario, el casco histórico de San Cristóbal de La Laguna… Son algunos de los lugares con más encanto para visitar Tenerife, uno de los destinos turísticos más demandados del panorama nacional. A dos meses para que llegue el verano es el mejor momento para buscar ofertas de viajes para disfrutar de unas soñadas vacaciones en la isla más grande de todo el archipiélago canario.
San Cristóbal de la Laguna
La antigua capital de Tenerife es uno de los lugares imprescindibles en cualquier visita a la isla. De hecho, se trata de la única ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO de todo el archipiélago canario. Un reconocimiento que recibió su casco histórico el 2 de diciembre de 1999 al conservar su trazado original desde su edificación en 1496, además de tratarse de la primera ciudad colonial española sin murallas.
Un pasado colonial que sumerge a los visitantes en una atmósfera mágica, digno de otra época o continente con sus casas pintadas de colores vivos. Considerados por muchos viajeros como la ciudad más bonita de Tenerife, su rico patrimonio cultural se concentra en un espacio reducido que se puede visitar de forma tranquila a pie, disfrutando de sus calles. La Catedral de San Cristobal, la Plaza del Adelantado, la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, Convento de Santa Catalina de Siena y el Palacio de Nava son algunos de los rincones con más encanto.
Icod de los Vinos y su Drago Milenario
Al noroeste de la isla, concretamente en el municipio de Icod de los Vinos, se encuentra uno de los iconos más representativos, el Drago Milenario. Todo un símbolo de Tenerife que fue declarado Monumento Nacional en 1917 y que tiene aproximadamente 800 años de antigüedad. Contemplar los 18 metros de altura de esta especie de planta arbórea desde la plaza de San Marcos es una de las visitas obligadas para cualquier viajero que recorra la isla. Además, el municipio cuenta con uno de los mayores tubos volcánicos del mundo, Cueva del Viento, formado hace 27.000 años y que tiene 18 kilómetros de longitud topografiados, lo que la convierte en el quinto tubo volcánico más largo del mundo.
Parque Rural de Anaga
Tenerife es un lugar con encanto lleno de playas con aguas cristalinas, pero también tiene espacios dedicados a los amantes de la naturaleza más profunda. Declarado Reserva de la Biosfera en 2015, el Parque Rural de Anaga es la zona más antigua de la isla. Un lugar imprescindible para recorrer sus serpenteantes carreteras en coche disfrutando de sus inmejorables vistas desde diferentes miradores como el Mirador de Jardina, el Mirador de la Cruz del Carmen o el Mirador del Pico del Inglés.
Anaga es uno de los mejores sitios para los amantes del senderismo. Entre sus bosques Lauriselva se encuentran espacios sacados de películas como el sendero del Bosque Encantado, conocido de forma oficial como La Ensillada – Cabeza del Tejo. Un recorrido circular de 6,7 kilómetros de longitud perfecto para introducirse en uno de los lugares mejor conservados de toda España. Al recorrer parte de la Reserva Natural Integral del Pijaral se necesita pedir permiso al Cabildo de Tenerife.
Parque Nacional del Teide
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2007, el Parque Nacional del Teide es el lugar más conocido y visitado por los viajeros con una media de más de 3 millones de personas anualmente. La cima más alta del país, con sus 3.718 metros sobre el nivel del mar, es una parada obligatoria en el recorrido por la isla para contemplar su paisaje volcánico. Subir al Teide es una experiencia única que sólo se puede disfrutar en un viaje a Tenerife, para ello existen dos opciones: tomando el teleférico o ascendiendo a pie por el sendero Telesforo Bravo que conduce directamente al pico del Teide. A pesar de ello, para subir a la cumbre hay que solicitar un permiso previo con antelación.
Acantilados de los Gigantes
Situados en la costa oeste de Tenerife, los acantilados de los Gigantes se alzan como uno de los paisajes más impactantes de la visita a la isla. Para admirar sus asombrosas paredes verticales, que en algunas zonas superan los 600 metros de altura, la mejor opción es desde el mar con alguna de las numerosas excursiones en barco que pueden realizar los viajeros. Desde el propio puerto deportivo Los Gigantes, en el municipio de Santiago del Teide, salen numerosas embarcaciones que ofrecen unas vistas inmejorables de este paisaje, además de poder contemplar especies marianas como ballenas piloto o delfines mulares.
Otras de las opciones es hacer el descenso del barranco de Masca, un pequeño caserío perteneciente al Parque Rural de Teno que se sitúa como uno de los reclamos turísticos de la isla en los últimos años. Una ruta de senderismo que termina en la playa de Masca, desde donde se puede coger un barco hasta el puerto de Los Gigantes, un trayecto que permite apreciar la majestuosidad de los acantilados.
