La Fiesta del Orujo se celebra todos los años el segundo fin de semana de noviembre en la plaza del mercado de Potes. Se trata de un evento que atrae cada año a miles de personas hacia la capital de Liébana para revivir la tradición centenaria de la destilación del orujo en las tradicionales alquitaras de cobre. Acompáñanos a este bonito pueblo situado en las faldas de los Picos de Europa y descubre esta fiesta, su entorno, sus gentes y, cómo no, su gastronomía.
La Fiesta del Orujo
Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional, se instauró en 1984, aunque durante nueve años (entre 1985 y 1994) estuvo prohibida, al igual que la destilación casera. A raíz de esto, todas las alquitaras fueron precintadas y, desde entonces, sólo pueden elaborar licor los orujeros legalmente inscritos como fabricantes. En 1994, esta prohibición se abolió únicamente para la Fiesta del Orujo y, todos los años, inspectores de hacienda se trasladan a Potes donde proceden al desprecintado de las alquitaras que participan en el evento.
Durante el fin de semana que dura la fiesta no van al faltar actuaciones musicales, manifestaciones folclóricas y degustaciones, con el orujo como protagonista. Pero, sin duda, los momentos más esperados de esta celebración son: el encendido de las Alquitaras; la proclamación del “Orujero Mayor”, una distinción que se concede a una personalidad social relevante (Han sido orujeros mayores Luis del Olmo, Óscar Freire, Antonio Resines, David Bustamante, Eduardo Noriega, Poty y Carmen Sevilla, Manuel Fraga, Jesús Oyarzábal o César Pérez de Tudela, entre otros) y la entrega, el domingo por la mañana, de la Alquitara de Oro al mejor orujo del año.
La elaboración del Orujo y Liébana
La Fiesta del Orujo de Potes es una de las más populares de Liébana y sus antecedentes hay que buscarlos en la tradición centenaria de la destilación de aguardiente en las faldas de los Picos de Europa. En la elaboración del orujo es fundamental la alquitara, de origen árabe como el alambique, que se fabrican de manera manual y son de cobre y estaño. Su cuerpo se compone de tres partes. La parte inferior es la caldera en la que se vierte el “brujo” (restos de uva después de sacar el mosto); la parte intermedia o capotillo, que sirve de tapa de la caldera y de unión con la parte superior o copa y dos salidas exteriores en la parte superior, una para el agua y otra para el orujo.
El proceso de elaboración del orujo es el mismo que se utilizaba en la Edad Media. Se llena la caldera de los restos de las uvas, poniendo entre ellas y el fondo pajas y agua para evitar que se adhieran. Asimismo, se rellena de agua la copa para enfriar el vapor y que éste se condense formando el aguardiente. La alquitara se coloca al fuego, fuerte al principio y más suave cuando empieza a destilar. La destilación debe ser lenta y regulada, de modo que se obtengan los grados convenientes (aprox. 52º de alcohol). Todo el proceso dura alrededor de 12 horas y para ello se emplea, preferentemente, leña de encina. Actualmente en Liébana se fabrican distintas variedades de orujo. El más común es el llamado “Blanco”, que es el que sale directamente de la alquitara; las otras variedades son producto de la mezcla de este aguardiente con endrinas, guindas, te del puerto o miel.