Ubicada a 86 kilómetros de Cuenca, encaramada sobre una impresionante roca bañada por el río Júcar se encuentra Alarcón, una pequeña y bellísima población de carácter medieval,que puede presumir de estar declarada Conjunto Histórico-Artístico y de poseer uno de los castillos más espectaculares de toda Castilla La Mancha. La simple contemplación del impresionante recinto amurallado, de los más espectaculares de España, invita al viajero a adentrarse en el interior de las murallas de esta coqueta villa medieval, de poco más de doscientos habitantes donde, de visita obligada es el Castillo del Marqués de Villena, escenario de grandes episodios históricos y Parador de Turismo desde 1966. El castillo, construido por Alfonso VIII sobre una fortaleza árabe y posteriormente reformado por el infante Juan Manuel, donde escribió gran parte de su obra, destaca por su impresionante Torre del Homenaje.
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La plaza Mayor de Alarcón es otro de los rincones de obligada visita ya que, en ella podremos contemplar los edificios más representativos de la villa: el Ayuntamiento, la Iglesia de San Juan Bautista y la Casa Palacio Parroquial. Igualmente interesantes resultan la Iglesia de Santa María, la más emblemática de la villa; la deSanto Domingo de Silos y la de la Santísima Trinidad. Desde Alarcón resulta obligado acercarse hasta el embalse del mismo nombre, a tan sólo 3 kilómetros de la ciudad, un lugar donde poder practicar la pesca, además de diversos deportes náuticos. Alarcón también resulta un buen punto de partida para conocer localidades tan bonitas como Valverde del Júcar, conocida por sus fiestas de Moros y Cristianos; Motilla del Palancar, donde la escenificación de la Pasión de Jesucristo el sábado Santo, está declarada Fiesta de Interés Turístico Regional; y San Clemente, una localidad de gran belleza declarada Conjunto Histórico-Artístico.
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Por último, no te vayas de Alarcón sin probar su exquisita gastronomía. En el Parador Marqués de Villena podrás degustar una cocina de gran calidad, con los platos de caza como protagonistas. También podrás disfrutar de platos típicos como el morteruelo, el ajo mataero o el cordero a la miel.
