Cualquier momento del año es bueno para visitar Córdoba que, más allá de su Mezquita y la Judería, este destino embruja al viajero con sus patios floridos, sus jardines alcazareños, rincones como la Plaza del Potro o sus tabernas, con sus carteles taurinos y barriles de Montilla Moriles.
Por esto y mucho más, la ciudad de las Tres Culturas es de esos lugares que “engancha” y si lo visitas una vez, vuelves siempre. Pero en mayo, está más bonita que nunca. Es el mes festivo por excelencia de la ciudad andaluza, así que si decides planificar tu escapada en este momento podrás disfrutarla mucho más con:
Las Cruces de Mayo (27 de abril-1 de mayo 2017)
Cada año, el primer fin de semana de mayo, los habitantes de Córdoba ( en la actualidad son las cofradías de Semana Santa las principales partícipes de esta fiesta) levantan grandes cruces en muchos rincones de la ciudad, las decoran con flores, plantas, macetas y otros objetos decorativos y participan en un concurso. Las cruces más bonitas son premiadas por el Ayuntamiento. Aunque no se sabe con exactitud el origen de esta tradición popular, si se sabe que el primer concurso fue organizado por el Ayuntamiento de Córdoba fue en el año 1953. En la actualidad se levanta una Cruz de Mayo de gran tamaño adornada con muchas flores, sobre todo claveles blancos o rojos. Le acompañan otros objetos decorativos como macetas de flores. Y en torno a esta cruz, se monta una barra donde degustar la cocina típica de Córdoba acompañada, cómo no, de una copita de vino D.O. Montilla Moriles. ¿Nos vamos a recorrer las Cruces?
Córdoba en Mayo. La Fiesta los Patios (2 -14 de mayo 2017)
Después de finalizar Las Cruces de Mayo, tiene lugar la gran fiesta de los Patios, sin duda uno de los grandes atractivos de la ciudad que, además, está declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Desde el año 1921 el Ayuntamiento de la ciudad organiza durante la primera quincena de mayo un concurso de Patios, en el que los propietarios los engalanan para que, además de conseguir el premio, los cordobeses y los turistas que llegan a Córdoba en mayo, puedan contemplar estos maravillosos tesoros escondidos. Paralelamente se celebra otro concurso denominado de Rejas y Balcones que consiste en adornar las rejas y balcones de las casas con flores, y un festival donde se dan cita los mejores cantaores y bailaores. ¿Dónde ver los mejores patios? En la calle San Basilio es donde se concentran los más hermosos. Imprescindible es visitar la docena de patios del Palacio de Viana, cada uno con una arquitectura y una decoración floral distintas.
Ahora, nuestras recomendaciones para que no te pierdas lo imprescindible de la Ciudad de las Tres Culturas si dispones de poco tiempo. No existe un modo mejor de entrar en Córdoba que atravesando el puente romano que cruza las orillas del Guadalquivir y que conduce directamente al casco antiguo. Allí te esperan auténticas joyas:
Un paseo por La Mezquita de Córdoba
No es de extrañar que esta maravilla atraiga cada año a más de un millón de personas ya que nos encontramos ante uno de los más bellos ejemplos de arte musulmán en España. Entra por la puerta del Perdón y contempla el maravilloso Patio de los Naranjos. El Bosque de Columnas y arcos superpuestos que comenzaría a construir Abderraman I en el año 785 y que concluiría Almanzor en el año 987, es indescriptible. Tras pasear por la zona árabe, no puedes dejar de visitar la Catedral Cristiana, que se comenzó a construir a principios del siglo XIV en el corazón de la misma mezquita.
Retroceder en el tiempo en el Alcázar de los Reyes Cristianos
¿Sabías que esta fortaleza fue construida por Alfonso XI el justiciero en 1328 y en ella han tenido lugar muchos episodios históricos de gran relevancia? Entre ellos, el recibimiento de Cristóbal Colón por parte de los Reyes Católicos para aprobar su viaje a las Indias. Sube a la Torre del Homenaje y podrás disfrutar de unas increíbles vistas y de unos bellos jardines con fuentes y estanques de tipo mudéjar. En el mismo Alcázar hay un museo con colecciones arqueológicas y el Salón de los Mosaicos.
Perderse por las callejuelas de la Judería de Córdoba
La famosa judería de Córdoba es una confusa red de calles adoquinadas, encaladas, bonitos patios y bellas mansiones. La única sinagoga que se conserva en Andalucía está en esta zona (sólo quedan tres en toda España; las otras dos, en Toledo). Un buen plan es visitar sin prisas, a primera hora de la mañana, las tiendas de artesanía y regalos de la judería. Este es el momento ideal cuando las calles están tranquilas, sin turistas, recién regadas, envueltas en un olor a jazmín y azahar.
Saborear un vino de Montilla y degustar ricas tapas en las populares tabernas de Córdoba
Adéntrate en la Córdoba más tradicional de la mano de sus tabernas centenarias, con sus azulejos y sus carteles taurinos. En ellas vas a poder degustar recetas tan ricas como como el Salmorejo cordobés, el Rabo de toro, los Flamenquines, el Pastel cordobés o las Alcachofas a la montillana. Por supuesto, todo ello regado con un vino Montilla-Moriles. ¿Algunas de las más emblemáticas? Casa El Pisto (en la plaza de San Miguel); la Taberna Salinas, con casi 140 años de vida (en La Corredera) o la Bodega Guzmán, al lado de la sinagoga.
Otra manera de saborear estos vinos es durante la Cata del Vino Montilla-Moriles que cada año se celebra en la capital a finales de abril. Este año alcanza su XXXIV edición y se celebra del 19 al 23 de abril. La Cata cuenta con la participación de más de 20 bodegas donde acuden todos los cordobeses para degustar los vinos de la tierra y las tapas más típicas.
Y más allá…Medina Azahara, como sacada de un cuento de las mil y una noches
Y aunque nos queda mucho por ver en esta maravillosa ciudad, no podemos dejar de realizar una bonita escapada a Medina Azara, que se encuentra a tan sólo ocho kilómetros de Córdoba. La ciudad fue mandada construir en el año 940 a.C. por Abderramán III, el califa de Córdoba bajo cuyo mandato la capital alcanzó su máximo esplendor. El Califa le puso el nombre de su esposa favorita, Az-Zahra (la radiante). Hablamos de una ciudad que en su día era todo lujo: más de 15.000 puertas y 4313 columnas de mármol, palacios, estanques, jardines e incluso un harem de 6000 mujeres. Hoy solamente podemos visitar las ruinas ya que en el año 1013 fue arrasada por los bereberes durante la guerra que acabó con el califato de Córdoba.
