Mogarraz es un bonito pueblo salmantino que tuve la oportunidad de visitar hace apenas un mes. Se encuentra ubicado a unos 80 kilómetros de la capital, en el Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia y está declarado Conjunto Histórico Artístico. Se trata del típico pueblo de Castilla y León que se resiste a perder sus costumbres ancestrales.
Y es algo que pude comprobar nada más bajar del coche cuando me encontré un cerdo durmiendo plácidamente en una de las calles del pueblo. Y es que, la tradicional rifa del cerdo, es una costumbre que evoca las raíces judías de un municipio de apenas trescientos habitantes.
Me llamó mucho la atención el hecho de que no había gente por las calles aunque si retratos colgados en las fachadas de prácticamente todas las viviendas del pueblo ¡Todo el centro del pueblo estaba lleno de rostros pintados que te observaban!
Esta obra de arte es el resultado de un proyecto llamado Retrata2/388. Se trata de una exposición insólita y provocadora cuyo artífice es un artista local llamado Florencio Maíllo. A él se le ocurrió la genial idea de pintar sobre láminas de chapa las caras de 388 vecinos del lugar, tomando como referencia las fotos para el carné de identidad de los habitantes del pueblo que en el año 1967 realizó Alejandro Martín Criado.
El resultado es un museo al aire libre que no deja indiferente a nadie. Y es que, muchos de los retratados ya han fallecido. Algo a tener en cuenta si decides recorrer el pueblo tú solo por la noche.
Lo que está claro es que son muchos los viajeros curiosos que se han acercado hasta esta bella localidad atraídos por el morbo de las inquietantes caras. De hecho, la exposición que en un principio se planteó como alto temporal, se ha convertido en uno de los grandes atractivos turísticos de Mogarraz.
Gustará o no pero lo que está claro es que indiferente no te va a dejar.