La Vila Vella de Tossa de Mar
Tossa de Mar ofrece uno de los perfiles más característicos de la Costa Brava. Dentro de Tossa de Mar encontramos la Vila Vella, que es uno de los pocos recintos costeros amurallados del Mediterráneo. Sus murallas datan del siglo XII, y sus viviendas fueron construidas en su mayoría a partir del siglo XV. A pesar de los años y de los embates del mar y del viento, los tres grandes torreones cilíndricos que dan identidad al conjunto amurallado se mantienen en muy buen estado de conservación.
Nada más llegar a Tossa de Mar, el visitante se siente cautivado por la vila vella, que está en constante proceso de restauración. Sus calles empedradas y empinadas, junto a los portales de madera de sus casas, hacen que pasear por esta villa te transporte a otra época. También hay dentro de la vila muchos restaurantes con encanto y tiendas de souvenirs.
Cala Es Codolar
A los pies de la muralla de la Vila Vella se encuentra la espectacular cala Es Codolar. Lo mejor de la cala Es Codolar es sin duda su ubicación. Sus vistas son espectaculares, al estar encerrada entre dos grandes acantilados y entre la muralla del recinto medieval. Cala Es Codolar es ideal para hacer snorkel, sobre todo en la parte izquierda mirando hacia el mar, donde hay varios huecos entre las rocas donde se puede ver mucha vida subacuática.
Camino de Ronda desde Tossa de Mar a Cala Giverola
El tramo del Camino de Ronda que parte desde Tossa de Mar está muy bien señalizado y transcurre a través de la costa y entre impresionantes acantilados. Antes de llegar a cala Bona se encuentra el mirador Sant Jaume desde donde tienes unas vistas espectaculares de la playa Mayor de Tossa y del Castillo de Tossa.
Cala Bona
Desde Tossa de Mar hasta Cala Bona recorreremos unos 30 minutos. En los alrededores de Cala Bona hay varias cuevas marítimas accesibles únicamente a través del mar. Te puedes dar un baño en sus aguas, pero no es una cala adecuada para tomar el sol ya que apenas hay arena. Es una cala ideal para practicar snorkel y para quienes quieran disfrutar de un entorno natural completamente virgen. Cuenta con un chiringuito de playa por si te apetece tomar algo antes de seguir el camino de ronda.
Cala Pola
Desde Cala Bona hasta Cala Pola continuaremos recorriendo el camino de ronda durante aproximadamente 25 minutos. Durante el recorrido atravesaremos algunos acantilados hasta llegar a una bajada que nos lleva a la maravillosa Cala Pola.
Cala Pola cuenta con duchas, chiringuito, camping y un supermercado que pertenece al camping. Desde Cala Pola salen excursiones en pequeñas embarcaciones para ver los fondos marinos y las calas de alrededor. Tanto Cala Bona como Cala Pola son playas con bandera azul.
Cala Giverola
Tras cruzar el torrente de Pola, se vuelve al trazado de la carretera, justo en el punto donde se encuentra la entrada a las privilegiadas instalaciones del Club Hotel Giverola. Cala Giverola es relativamente grande, de unos 175 metros de longitud, de arena fina y dorada. Como todas las calas que la rodean, el bosque y las rocas se encuentran cercanos a ella. Es una cala bastante frecuentada, con lo que cuenta con buenos servicios de parking, hamacas, sombrillas, etc. Incluso existe una pequeña embarcación que efectúa pequeños recorridos por el litoral de la zona.
Por último recomendarte que para realizar este tipo de excursión se necesita llevar zapato adecuado que te permita recorrer camino de piedras, cuestas, etc.