Cualquier momento del año es bueno para visitar Córdoba que, más allá de su Mezquita y la Judería, este destino embruja al viajero con sus patios floridos, pueblos preciosos de casitas blancas, rincones sacados de un cuento de las mil y una noches y, por su puesto, por sus caldos de Montilla Moriles. Por esto y mucho más, la Ciudad de las Tres Culturas es de esos lugares que “engancha” y se encuentra entre los destinos más deseados para disfrutar de una increíble escapada. ¿Te vienes?
Cordoba. La Ciudad de las Tres Culturas
La Ciudad de las Tres Culturas puede presumir de contar con uno de los más bellos ejemplos de arte musulmán en España: su mezquita. No es de extrañar que esta maravilla atraiga cada año a más de un millón de personas. Entra por la puerta del Perdón y contempla el maravilloso Patio de los Naranjos. El Bosque de Columnas y arcos superpuestos que comenzaría a construir Abderraman I en el año 785 y que concluiría Almanzor en el año 987, es indescriptible. Tras pasear por la zona árabe, no puedes dejar de visitar la Catedral Cristiana, que se comenzó a construir a principios del siglo XIV en el corazón de la misma mezquita.
Pero Córdoba también tiene un Alcázar, el de los Reyes Cristianos: una fortaleza construida por Alfonso XI en la que han tenido lugar grandes episodios históricos. Desde su Torre del Homenaje podrás disfrutar de unas increíbles vistas y de unos bellos jardines con fuentes y estanques de tipo mudéjar.
Y una judería, una confusa red de calles adoquinadas; bonitos patios, que en mayo lucen más bonitos que nunca; y bellas mansiones. Un buen plan es visitarla sin prisas y entrar en alguna de sus tabernas centenarias, con sus azulejos y sus carteles taurinos. En ellas vas a poder degustar recetas tan ricas como el salmorejo cordobés o el rabo de toro. Por supuesto, todo ello regado con un vino Montilla-Moriles. Esta zona de la ciudad es, sin duda, una de las mejores opciones a la hora de buscar alojamiento para disfrutar de Córdoba.
Medina Azahara
A tan sólo ocho kilómetros de Córdoba, no podemos dejar de realizar una bonita escapada a Medina Azahara, un rincón como sacado de un cuento de las mil y una noches. La ciudad fue mandada construir en el año 940 a.C. por Abderramán III, el califa de Córdoba bajo cuyo mandato la capital alcanzó su máximo esplendor. El Califa le puso el nombre de su esposa favorita, Az-Zahra (la radiante). Hablamos de una ciudad que en su día era todo lujo: más de 15.000 puertas y 4313 columnas de mármol, palacios, estanques, jardines e incluso un harem de 6000 mujeres. Hoy solamente podemos visitar las ruinas ya que en el año 1013 fue arrasada por los bereberes durante la guerra que acabó con el califato de Córdoba.
Iznájar
Una fortaleza de época musulmana que comenzó a construirse en el siglo VIII y un gran embalse, conocido como el lago de Andalucía, que es ideal para la práctica de deportes náuticos, baño o pesca, son los grandes atractivos de esta encantadora villa que se sitúa a 110 kilómetros de Córdoba. El blanco caserío, que se escalona sobre una ladera, tiene miradores preciosos para detenerse y disfrutar de unas increíbles vistas: el de la Plaza Nueva, desde donde se contempla todo el pueblo junto al pantano. Desde los miradores de Las Peñas, los más altos del pueblo, obtendrás unas bonitas imágenes de parte de estas tierras de la Subbética cordobesa. Para apuntar en el calendario: Su Semana Santa, que es una de las más representativas de la provincia de Córdoba.
Priego de Córdoba
Cuna del barroco cordobés, esta preciosa villa situada a 103 kilómetros de Córdoba puede presumir de monumentos realmente maravillosos. ¿El plan perfecto? Dar un paseo por el Barrio de la Villa, que se corresponde con el antiguo barrio árabe de la ciudad. En sus callejuelas empedradas, las ventanas lucen preciosas con sus macetas floridas. Después de pasear por las calles Real, de San Antonio (con su pequeña cruz y el mosaico con el santo en la pared) y de los Jazmines, es obligado subir hasta el Balcón del Adarve para disfrutar de una bonita panorámica; visitar el castillo de Medinaceli y acercarse hasta la Fuente del Rey.
Zuheros
Este pequeño y pintoresco pueblo de clara herencia árabe está situado junto al tajo del río Bailón, a 75 kilómetros de Córdoba. Lo más recomendable es recorrer la villa tranquilamente y disfrutar de su Castillo, la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, su Museo Arqueológico y detenerse en sus numerosos miradores desde donde obtendrás unas bonitas panorámicas. ¿Una excursión obligada? La Cueva de los Murciélagos, que se encuentra a 4 kilómetros de la población y tiene una sala, la de las Formaciones, con sus numerosas estalactitas y estalagmitas que dibujan forman fantásticas y que te dejará con la boca abierta.