¿Sabías que los viajes a bordo de un crucero han aumentado considerablemente en España en los últimos años? ¿Y que el principal destino de los viajeros es el Mediterráneo Occidental? No nos extraña. La verdad es que disfrutar de unas vacaciones en el mar con paradas en lugares únicos e incomparables como Palma de Mallorca, Ibiza, Barcelona, Málaga o Cádiz puede resultar una experiencia maravillosa.
Así que nosotros para este verano lo tenemos bastante claro: nos vamos a decantar para nuestras vacaciones por un crucero en el Mediterráneo . Hay opciones para todos los gustos y bolsillos. Si te gustan las Baleares, puedes elegir un crucero, con salida desde Palma de Mallorca y paradas tan apetecibles como Barcelona o Roma. Y si quieres dejarte seducir por el embrujo de Andalucía, puedes partir desde Valencia y recorrer las ciudades maravillosas de Málaga y Cádiz, además de Lisboa.
Descubriendo Andalucía a bordo de un crucero
No hay dos sin tres, y con Cádiz ocurre lo mismo. Vas y quieres volver. Y es que la llamada Tacita de Plata tiene algo especial, un encanto fuera de lo común del que hace que resulte difícil no quedarse hechizado. Una ruta por Cádiz te llevará por pueblos preciosos de casitas blancas, ciudades cargadas de historia y encanto, playas de belleza salvaje y por una rica gastronomía digna de los paladares más exigentes. Todo esto y la calidez de sus gentes, hacen de esta provincia uno de los destinos más deseados para pasar unas increíbles vacaciones.
Sobran motivos para una bonita visita a Málaga. Puedes empezar por el castillo de Gibralfaro. Se llama así porque se utilizó como faro natural para la navegación. Desde sus murallas podrás disfrutar de unas increíbles vistas, sobre todo al atardecer. Bajando de la fortaleza llegarás a la Alcazaba, un palacio fortaleza que fue residencia de los gobernantes musulmanes de la ciudad y que, seguro, te recordará a la Alhambra de Granada. Al lado, encontramos el teatro Romano, una de las construcciones más antiguas de Málaga, que data del siglo I a.C.
Adéntrate en el centro histórico y recorre de punta a punta la conocidísima calle Larios. Junto a esta calle, la catedral de la Encarnación, conocida por los malagueños como “la manquita” por faltarle una de sus torres, es parada obligatoria.
Entre el puerto de Málaga y la playa de La Caleta nos encontramos La Malagueta, una playa urbana muy popular entre los habitantes de la ciudad. Su ubicación en el centro, sus aguas limpias y tranquilas y sus chiringuitos a pie de playa, convierten esta playa en una apuesta segura. Darte un baño, tomar el sol y disfrutar de una rica comida a base de espetos de sardina y “pescaíto frito” no tiene precio.
Descubriendo las Baleares a bordo de un Crucero
Lo ideal para descubrir las Baleares a bordo de un crucero es partir de Palma de Mallorca. Pocos destinos hay que se adapten tan bien a los gustos de todo tipo de viajeros como Mallorca, uno de los rincones más turísticos de España que ofrece a todo aquél que la visita muchas opciones de ocio y cultura. Sus arenales blancos, calas y sus elegantes pueblos del interior atraen cada año a ricos y a famosos. Por algo será ¿no?
¿Sus imperdibles? Un paseo por Palma de Mallorca, sobre todo por el club naútico, la parte más vistosa de la ciudad. Desde la bahía contemplaremos una de las vistas más bellas de la isla, formada por el conjunto del Palacio Real de La Almudaina y la Catedral.
¿Excursiones de obligada visita? La Sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad, donde nos esperan paisajes espectaculares que descubrirás haciendo senderismo y bonitos pueblos con historia. ¿Entre ellos? El romántico Valldemosa o el pintoresco Deià, de minúsculas calles empinadas y refugio de muchos artistas. ¿Y qué me dices de Pollença y del coqueto Soller, que te abrirá camino hacia Sa Calobra? Sin duda, un lugar mágico donde mar, acantilados y bosque confluyen para dar forma a un paisaje único.
Siguiente parada, Ibiza. Un destino de playa más allá de su fiesta y ambiente nocturno, nos ofrece muchos atractivos que merece la pena descubrir. Puedes comenzar dando un paseo por la ciudad vieja, también conocida como Dalt Vila, un recinto de empinadas calles bordeadas por mansiones y casas apiñadas y rodeado de murallas. Después si o si, es obligado un paseo por el puerto para contemplar los yates y una visita al cercano barrio de La Marina, con sus calles llenas de restaurantes, bares y tiendas.
La isla es un verdadero paraíso natural con playas estupendas y calas perdidas entre acantilados donde disfrutar de un buen baño o de algún deporte náutico. Visitaremos Cala Vadella por sus aguas turquesas, ideales para conocer sus fondos marinos; Cala Conta por deleitarnos con los atardeceres más bonitos y coloridos de Ibiza; Cala Salada por el entorno natural que le rodea. Y no puede faltar Cala de Sant Vicent frente al islote de Tagomago.
Tampoco puede faltar una visita a algunos de sus encantadores pueblos con sus iglesias rurales fortificadas; a Sant Carles de Peralta, famoso por su mercadillo hippie, Las Dalias; y a la Cueva de Can Marça, con su lago de los Deseos, cuyas aguas están coloreadas con fluoresceína, creando un sorprendente y mágico efecto bajo una iluminación irreal.
Pero este Crucero por el Mediterráneo no termina aquí. Sigue por otros destinos maravillosos. Y es que estos cruceros ofrecen infinidad de destinos atractivos por diferentes puntos del mundo para descubrir lugares insólitos. Recorridos dónde la navegación es el centro del descubrimiento, pero se mezcla con la cultura y la gastronomía de cada zona para disfrutar de unas vacaciones inolvidables.
