Viajamos al corazón de La Mancha para descubrir una bonita localidad con mucho encanto y que forma parte de la Ruta del Quijote. Rincones tan bellos como Las Lagunas de Ruidera embellecen esta comarca de gran tradición vinícola. ¿Te apetece recorrer sus cuevas subterráneas, realizar la Ruta de las Chimeneas, conocer sus curiosos “bombos” o degustar la más pura gastronomía cervantina? Toma nota y no pierdas detalle de todo lo que puedes hacer en Tomelloso:
Un paseo por Tomelloso
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Tomelloso es mucho más que vino y aunque si bien es cierto que sus caldos forman parte muy importante de su seña de identidad, también esta localidad manchega es conocida por otros atractivos turísticos. Si hay algo que caracteriza a la localidad manchega son sus conocidos “bombos”, unas joyas arquitectónicas que decoran y embellecen el paisaje rural. Se construyeron a partir de la segunda mitad del Siglo XIX como consecuencia de la extensión del cultivo de la vid y servían como vivienda y refugio durante las faenas del campo.
La marcada tradición vinícola de la población nos va a permitir disfrutar de otros placeres como paseos subterráneos por algunas de sus bodegas más representativas o recorridos por sus antiguas destilerías en forma de chimeneas. Y es que Tomelloso está repleta de chimeneas de las antiguas fábricas de alcohol. Muchas de ellas son espectaculares y pueden visitarse durante el día. Acércate a la oficina de turismo y hazte con un plano para no perderte ninguna.
Callejeando te encontrarás con otros atractivos como como el Museo de Antonio López Torres, el Museo del Carro, el Teatro Municipal o el Museo de Arte Contemporáneo `Infanta Elena´. Una parada en la Plaza España, la iglesia de la Asunción y la Posada de los Portales completarán tu visita.
Rutas para los amantes de la Naturaleza
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Los amantes de las actividades al aire libre vais a disfrutar de lo lindo con los itinerarios que ha diseñado la localidad manchega en los que los viñedos y los tradicionales bombos van a ser los grandes protagonistas. Tienes para elegir 4 itinerarios a cada cuál más atractivo para practicar tu deporte favorito: senderismo, hípica o ciclismo. ¿Con cuál te quedas?
1. Ruta 1: Esta senda consta de 28 kilómetros en los que caminar sin apenas dificultad: Camino- pista Arenales de San Gregorio- Campo de Criptana, Camino de Las Carretas, Camino de los Carboneros y Cañada Real Valle de Alcudia- Cuenca. Una sábana verde llena de viñedos e innumerables plantaciones de melones y olivos encontrarás en tu camino.
2. Ruta 2: Se trata de 9 kilómetros en los que el senderismo y las actividades culturales permiten recorrer la zona de El Pardo (frente a la Ermita de la Santísima Virgen de las Viñas). Este trayecto es ideal como recurso educativo puesto que antes de iniciar el recorrido se puede visitar el Museo del Bombo.
3. Ruta 3: Por una pista asfaltada y de tierra se encuentran los parajes y caminos como el del Camino Real, que forma parte de un conjunto de vías medievales que cruzan o arrancan, en algunos casos, desde Tomelloso. Son 24 kilómetros que pasan por distintos puntos de parada como la Venta del Jumillano, el Camino de las Carretas, el Camino de los Carboneros, Camino Nuevo, Camino de los Bombos y el Camino de Don Sergio. En esta ruta hay una buena panorámica de La Mancha en la que, además, se descubrirán leyendas populares con las que cuenta Tomelloso como la del `Pozo de la Encantada´.
4. Ruta 4: El último de los trayectos discurre por los 20 kilómetros que acogen los parajes como el Minguillo, Montarroz, El Cuervo, Las Tinadas y Lanzarote. Aquí, el viajero será partícipe de un recorrido que brinda un importante escenario: el mayor viñedo de Europa.
Fiestas de Tomelloso. ¡Para no perdérselas!
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Apunta estas dos fechas en el calendario para que las tengas en cuenta a la hora de realizar tu escapada a Tomelloso. Y es que si tu visita coincide con alguna de sus fiestas más importantes mejor que mejor. A finales de abril la localidad manchega se engalana para vivir su tradicional romería en honor a su virgen, la Virgen de las Viñas. Una fiesta en la que miles de vecinos de la localidad así como de otras cercanas, junto a curiosos que se acercan durante el fin de semana para conocer a tan famosa patrona. Alucinarás con las reatas enjaezadas, que son carros tirados por mulas engalanadas y, sobre todo, te emocionarás la Procesión de las Antorchas. Es el momento más emotivo de todas las fiestas en el que los fieles, acompañados de la Patrona, rezan en la oscuridad de la noche a la vez que caminan en torno al Santuario portando una antorcha.
La otra gran cita festiva la tienes en el mes de agosto. Y es que desde hace más de 150 años, se celebra la Feria de Tomelloso, una de las más importantes de Castilla La Mancha. La Fiesta de la Vendimia, el Festival de Folklore o la Fiesta de las Letras son los principales actos a los que se suman catas de vinos y productos típicos de la localidad durante una semana en la que tienen lugar múltiples actividades en torno al deporte y al mundo del arte. ¡Para no perdérselas!
Para los amantes del arte culinario
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Tomelloso encuentra en la gastronomía y en sus manjares un potente atractivo turístico para los amantes de la buena mesa. Comenzando por su pisto manchego y las Migas de Gañán y terminando por los Duelos y Quebrantos, el conocido plato al que aludió Cervantes en El Quijote, esta localidad suma devotos del buen comer día a día.
Poner un pie en Tomelloso durante todo el año y, especialmente en verano, es hacerlo en un universo gastronómico único. Para esta época del año cabe resaltar el excepcional sabor que tienen los melones de Tomelloso, el color dorado del aceite y el sabor de los embutidos que hoy tienen el mejor de los reconocimientos a nivel internacional. En verano también debes probar si o si el delicioso pisto manchego y la Pipirrana, una propuesta muy veraniega.
La caldereta de cordero, las migas y gachas, los conocidos galianos o los famosos Duelos y Quebrantos son recetas típicas que no puedes dejar de probar si visitas esta localidad. El punto dulce lo ponen sus hojuelas, flores, rosquillos, tortas de mosto, mostillo y arrope; sin olvidar el tradicional pan de pueblo y sus pastas. ¿Quién se resiste?
