A tan sólo 48 kilómetros de la capital se encuentra Baeza, uno de los máximos exponentes del Renacimiento Español que bien le ha valido el título de Patrimonio de la Humanidad. Primero romana y después árabe, pasó a manos cristianas en el siglo XIII cobrando un gran protagonismo en los siglos XVI y XVII cuando la Baeza renacentista vive su máximo esplendor. Los baezanos encuentran en el turismo uno de sus principales pilares y no es de extrañar ya que Baeza tiene tanto qué ver, tanto qué ofrecer…que te sorprenderá gratamente.
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Un buen punto de partida para comenzar la visita puede ser la Plaza del Pópulo. La plaza presidida por la Fuente de los Leones es uno de los rincones con más encanto de la ciudad. La Casa del Pópulo, la Antigua Carnicería, el Arco de Villamar y la Puerta de Jaén conforman este precioso conjunto. De camino a la Catedral parada obligatoria es el Palacio de Jabalquinto. Su preciosa fachada de estilo gótico-isabelina nos recuerda a la famosa “Casa de las Conchas” de Salamanca. Ya en el barrio de la Catedral nos encontramos varios de los tesoros más valiosos que alberga la ciudad. Estamosen la Plaza de Santa María donde se encuentra la fuente del mismo nombre, una obra preciosa en forma de Arco de Triunfo que se construyó en honor a Carlos V. En el otro extremo encontramos la Catedral, declarado Monumento Nacional en 1931. Fue mandada construir por Fernando III El Santo sobre la Mezquita. Y aquí mismo encontramos también la Universidad Internacional Antonio Machado llamada así porque el poeta dio clases de francés aquí entre los años 1912 y 1919. Pasear por las callejuelas de los alrededores del barrio de la Catedral es indescriptible ya que nos transportará muchos siglos atrás.
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Numerosos palacetes, conventos, iglesias y en definitiva monumentos históricos se alzan a lo largo y ancho de sus calles. De gran interés son también: El Palacio de Cabrera (donde aparece el escudo de Juana la Loca); el Palacio de los Condes de Garcíez (de estilo gótico); la Iglesia de San Pablo con su espectacular portada renacentista); el convento de San Francisco (monumento Nacional desde 1931); el convento de la Encarnación (en él terminó San Juan de la Cruz su “Cántico Espiritual”); la iglesia de Santa María del Alcázar y San Andrés (con su portada plateresca); la iglesia de San Salvador (donde se mezclan los estilos románico, gótico y renacentista) o el Ayuntamiento que fue prisión en el pasado. Al lado se encuentra la casa en la que vivió Machado.
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Como podemos comprobar estamos ante un “museo” al aire libre. Todo esto y más te ofrece Baeza. Después de tanta visita podemos ir a la Plaza del Mercado donde se encuentra todo “el meollo” de la ciudad. Aquí podemos disfrutar de unas tapas y vinos para reponer fuerzas. Cualquier época del año es ideal para acercarnos a Baeza pero su Semana Santa es declarada de Interés Turístico Nacional, así que ya sabes…
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