Enclavado en el valle de Tena, a 80 kilómetros de Huesca se encuentra Panticosa, un encantador pueblo que cuenta con un gran reclamo turístico gracias a su hermoso Balneario y, por supuesto, a su estación de esquí. Panticosa cuenta con un casco urbano de calles estrechas y empinadas cuyas casas más antiguas responden al modelo tradicional pirinaico, con tejados de pizarra. En la Plaza Mayor se levanta la iglesia de la Asunción, uno de los principales atractivos arquitectónicos de la villa. El otro monumento significativo es un puente medieval que cruza el río Gállego.
[ot-caption title=»Balneario de Panticosa. Cedida por Turismo de Aragón» url=»https://www.dondeviajamos.com/wp-content/uploads/2014/12/panticosa2.jpg»]
Rodeada de picos que superan los 3000 metros de altitud, Panticosa se ha convertido en un destino ideal para los amantes de los deportes de invierno. La estación de esquí de Panticosa puede presumir de ser una de las más modernas de España; arranca con sus remontes casi desde el mismo pueblo y su sistema de Telesillas alcanza también los lagos Savocos y Asnos, lo que permite disfrutar de este entorno privilegiado durante el resto del año.
[ot-caption title=»Estación de esquí de Panticosa. Foto cedida por Turismo de Aragón» url=»https://www.dondeviajamos.com/wp-content/uploads/2014/12/panticosa1.jpg»]
Además de la estación de esquí, otros de los grandes atractivos turísticos de la zona es el famoso Balneario de Panticosa un lugar único, con edificios del siglo XVIII y aguas que brotan a más de 50 grados. Para finalizar, si tienes ocasión de visitar el valle de Tena en julio, no te pierdas el Festival Internacional de las Culturas Pirineos del Sur, celebrado junto a Lanuza, un pueblo abandonado situado a orillas de un embalse, en el término municipal de Sallent de Gállego.
