En el Pirineo aragonés encontramos una población que ha sido muy importante a lo largo de la historia en cuanto a turismo y comercio en España; hablamos de Canfranc. Esta localidad de montaña es la favorita por miles de viajeros al año para realizar actividades relacionadas con la naturaleza, disfrutar de varias estaciones de esquí cercanas en los meses de invierno o como punto de partida para cruzar la frontera con Francia. Es más, Canfranc es una de las paradas de la ruta francesa del Camino de Santiago. Todo esto, se mezcla con una interesante historia que sitúa a Canfranc dividida en dos núcleos: el del pueblo tradicional y que se generó a su estación de ferrocarril. ¿Quieres seguir descubriendo más sobre esta pintoresca población pirenaica?
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Canfranc Pueblo y Canfranc Estación
La localidad fronteriza de Canfranc nació en el siglo XI y vivió durante muchos años de la acogida de peregrinos y viajeros entre los países de España y Francia, ya que era difícil sobrevivir de la agricultura en una zona a tantos metros de altura. Sin embargo, aunque la historia de Canfranc Pueblo se remonta a cientos de años atrás, ha habido dos hechos históricos que devastaron a la población; sus dos incendios. Uno en 1617 y el más reciente en 1944; precisamente en esta última fecha es cuando Canfranc sufrió su mayor evolución urbanística, ya que el Ayuntamiento se tuvo que trasladar al que era el ‘barrio de la Estación’. A pesar del incendio, todavía siguen en pie algunas de las joyas del patrimonio monumental del clásico pueblo como la Iglesia de la Asunción o los restos de un antiguo castillo.
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Canfranc-pueblo fue perdiendo atractivo en cuanto a visitantes y cedió su legado a Canfranc-estación. Y es que sin duda esta estación ferroviaria fue una de las más importantes del país a lo largo del siglo XX y hoy en día es una de las construcciones más impresionantes, y a veces desconocida, del país. La importancia de la ubicación de Canfranc no sólo se debía al intento tráfico comercial y de pasajeros de la estación, sino a la situación estratégica del valle a lo largo de la historia. Debido a la cercanía con la frontera, siempre ha sido un punto clave militar para proteger esta ‘entrada a España’. Muestra de ello son las construcciones defensivas de la Torre de los Fusileros y el Coll de los Ladrones.
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Canfranc y el Camino de Santiago
En tiempos de los celtas ya se recorrían grandes distancias cruzando el Pirineo y continuando por el norte de la Península Ibérica para llegar hasta su extremo más occidental; y por eso desde hace miles de años ya se pasaba por lo que hoy en día pertenece al territorio de Canfranc. Los principales puntos de interés del recorrido en su paso por la localidad son el antiguo Hospital Santa Cristina, el Coll de Ladrones y el Puente de Peregrinos de Canfranc Pueblo, situado este último sobre las aguas del río Aragón. En la actualidad, tanto el núcleo en torno a la estación como a la del ‘pueblo original’, ofrece a los peregrinos alojamientos y están perfectamente preparados para acoger a turistas durante todo el año.
Escrito por Laura Crusellas
Redactora de Hogarus
