Toda la provincia de Burgos es un territorio que atesora multitud de encantos. Edificios religiosos, construcciones defensivas, una rica gastronomía y, sobre todo, una naturaleza donde no faltan pantanos, altas montañas y cascadas que hacen de este destino un paraíso para los amantes de la Naturaleza. Desde Dondeviajamos te proponemos un recorrido por las Cascadas en Burgos desde la zona norte de la provincia burgalesa para que disfrutes de unos impresionantes saltos de agua que quedarán grabados en tu retina para siempre.
El salto de Orbaneja del Castillo es el protagonista indiscutible de la región. Se encuentra situado en el pueblo que lleva el mismo nombre, enclavado en el espectacular “Cañón del Ebro”. El río que se desprende de esta cascada nace en la “Cueva del Agua”, atraviesa la población y, antes de desembocar en el Ebro, se despeña en una pequeña pero inaccesible cascada que deja al descubierto una panorámica inolvidable. La mejor época para la visita es durante el deshielo.
Seguimos en la zona norte, en la comarca de las Merindades, para disfrutar de uno de los saltos más espectaculares de la zona. Se trata de la cascada de Pedrosa de Tobalina, considerada una de las siete maravillas de la provincia de Burgos, provocada por el río Jerea, afluente del Ebro, y ubicada entre los municipios de Pedrosa de Tobalina y La Orden. Sus cerca de 100 metros de longitud y 12 metros de altura esconden varios rincones mágicos que encandilan a los cientos de viajeros que lo visitan durante todo el año.
Un auténtico símbolo en el Valle de Mena es la cascada de San Miguel, que se precipita desde más de doscientos metros hasta el valle de Angulo. Su visita es recomendable hacerla en época de lluvias o deshielo porque sino el caudal es muy pequeño o inexistente. Sin salir del Valle descubrimos la cascada de Peñaladros, enclavada en un paraje que merece la pena para los amantes de la Naturaleza.
Además de éstas existen otras muchas cascadas a lo largo del territorio burgalés que bien merecen una visita, como la cascada de Tartalés, la de Santa Cruz del Valle-Urbión, Neila, Irus, La Mea, Yeguamea, Tobazo, Rojas, Salto del Nervión o el Salto de Las Pisas, entre otras. En definitiva se trata de un destino a tener muy en cuenta, con un amplio abanico de atractivos turísticos entre las que destacamos su paisaje, su gastronomía y, sobre todo, sus gentes.
