Soria, tierra de celtíberos y de leyendas, te propone celebrar la Noche de Difuntos de una manera diferente. Una ruta de miedo que transcurre por la provincia pero tiene su plato fuerte en la capital con un acompañante muy especial: Bécquer, que nos guiará hasta el Monte de las Ánimas. Pero la provincia nos tiene guardadas más sorpresas. Y es que esta tierra de poetas se ha propuesto trabajar para recuperar tradiciones y cultos ancestrales relacionados con el mundo de la muerte y la noche de difuntos. Sigue, sigue leyendo…
El Rompe, Rompe de las cadenas en Ágreda
Nuestra ruta comienza en Ágreda que, como Toledo o Ávila, es conocida como la villa de las tres culturas. Por sus calles pasarás de cristiano a judío y de judío a musulmán. La iglesia de Santa Señora de la Peña, la más antigua de la villa, agudizará tu catolicismo, pero la Sinanoga, en la calle Vicente Tutor, y los aires hebreos de la calle Zapateros te harán ponerte una kipá, que te quitarás cuando pases por las Puertas Califales para abrazar la fe de Mahoma.
Una visita, sin duda, obligatoria si realizas una escapada a Soria. Y más, desde el año pasado, que es cuando se han recuperado los usos y ritos que cada una de estas civilizaciones tenía sobre la muerte para descubrirlas y rememorarlas en la noche del 31 de octubre.
Una comitiva formada por ocho ánimas recorre los tres cementerios y representa en cada uno de sus lugares las leyendas y curiosidades de sus muertos. Primero en la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña se inicia el Rompe, Rompe de las cadenas, costumbre perdida hace más de un siglo y rescatada el año pasado. Esta tradición consiste en un diálogo entre el alma de un difunto (representado por un ataúd) y un hijo o familiar que contesta a los cánticos de muerte.
La comitiva recorre después el cementerio musulmán donde se interpreta la muerte en el Islam y el papel de la Inquisición y las hogueras del Santo Oficio en el Medievo. Para terminar en el cementerio judío donde se interpreta El Judío Errante, la leyenda hebrea del alma condenada a errar por el mundo y el tiempo por no haber ofrecido ayuda a Jesucristo de camino al calvario.
La noche de los muertos de Ágreda se termina en La Cueva del Moro, a pocos metros de Ágreda, donde, sólo con las luces de las velas y las linternas que portan los vecinos, se lee la leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer que lleva el nombre de La Cueva de la Mora. Una leyenda medieval recuperada y escrita en tierras navarras de Fitero por el escritor romántico pero que recuerda mucho a este lugar, ya que Gustavo Adolfo Bécquer vivió en estas tierras pues su mujer era de un del pueblo cercano a Ágreda llamado Noviercas.
El Samhain de Numancia y el paso del fuego de Cuevas de Soria
El mismo 31 de octubre, noche de los muertos, se celebran dos actividades completamente distintas. Por un lado, en los restos de la heroica cuidad celtíbera de Numancia, situada en Garray, se celebra el Samhain. Esta es una festividad de origen celtíbero que se desarrollaba en toda Europa.
Un rito pagano que se representaba a principios de noviembre en memoria de los difuntos y antepasados y que servía para festejar el fin de las cosechas y la llegada de los fríos y del invierno. Soria recuerda esta tradición tan ancestral en la ciudad celtíbera por antonomasia, Numancia -que este año celebra el 2.150 aniversario de su caída a manos del Imperio Romano-, y a la luz de las hogueras y el fuego se plantará una inmensa estela funeraria de piedra (menhir).
Ese mismo día, en Cuevas de Soria puede verse el ancestral paso del fuego. Otro rito pagano que se rescató hace 15 años en este pueblo a pocos kilómetros de la capital. En la oscuridad de la noche, sólo iluminada con teas de fuego y en medio de los farallones del Cañón del Río Izana, un grupo de valientes vecinos pasan la alfombra de ascuas candentes junto a una chocolate caliente para todos los asistentes.
Noche de las Ánimas en Soria capital
La Noche de las Ánimas con el afamado Pasacalles de muertos y fantasmas y la lectura teatralizada de leyendas de Bécquer a los pies del Monte de las Ánimas en Soria Capital, es el plato fuerte de este gran Festival de Ánimas y Muertos vivientes por toda la provincia.
A las 22.00 hs una tétrica marcha guiada por candiles y antorchas donde inmensos esqueletos, estandartes medievales, títeres gigantes, monjes templarios y otros espectros de la noche se encaminan hasta el río Duero y a los pies del auténtico Monte de las Ánimas. Toda la ciudad acompaña por el casco antiguo de la ciudad a esta marcha de fantasmas. Allí, a los pies de tan legendario monte, se recrea la insigne leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer que lleva su nombre, que está considerada como uno de los cuentos de terror más bellos de la literatura española.
La noche de las Ánimas en Tajueco, Comarca de Berlanga
Hasta la Comarca de Berlanga, tierra llena de memorias medievales, seguimos nuestra ruta para no perdernos La noche de las Ánimas de Tajueco. La noche del 1 de noviembre, con las primeras luces, este pequeño pueblo celebra un ritual centenario donde se pide «que Dios lleve a las ánimas benditas y las lleve a descansar». En medio del silencio los vecinos recorren las calles. Por un lado, los hombres separados entre casados y solteros, que son los encargados de entonar las estrofas estremecedoras de tan tétrico cantar de muertos. El desfile va acompañado únicamente con las luces de los candiles y antorchas que portan niños y mujeres.
Al día siguiente te recomendamos una visita a Berlanga, que dista de Tajueco 14 kilómetros. Su plaza Mayor es una de las más bellas de toda la provincia. No te pierdas el Castillo y la Colegiata de Nuestra Señora del Mercado, uno de los mejores ejemplos de transición del gótico ojival a la arquitectura renacentista, construida en sólo cuatro años.
Hogueras de las Ánimas en San Leonardo de Yagüe
El 2 de noviembre, día de todos los difuntos, San Leonardo de Yagüe celebra sus Hogueras de las Ánimas. Las lomas y cerros que rodean al pueblo son el escenario donde se encienden estas hogueras en memoria de los muertos. Con las ascuas que dejan estas lumbres se meten en unos botes atados a unas cuerdas y mientras se mueven a gran velocidad en círculo se cantan distintas letanías y versos en recuerdo de los muertos.
Plenilunio Celtíbero en el castro de Caltilfrío
Los actos del Festival de las Ánimas se cierran el 4 de noviembre cuando en el castro celta de Castilfrío se lleva a cabo el Plenilunio Celtíbero. La noche de luna llena de otoño, un lugar tan emblemático como un castro militar construido por los antiguos pelendones celtas es el escenario perfecto para hacer un llamamiento al gran dios celta Lug con la única luz de la luna llena y las antorchas y el fuego.
